La empatía y la preocupación por el bienestar de nuestro prójimo es fundamental para el humanismo. Ni los dioses ni los humanistas podemos detener los terremotos que han azotado nuestra isla y han dejado a miles de puertorriqueños en condiciones inciertas, pero nos toca a nosotros y a todo el pueblo cooperar para mitigar esta situación lo mejor posible por el bien común. Hoy Humanistas de Puerto Rico agradece a todas las personas que encarecidamente donaron y cooperaron para poner nuestro granito de arena. Visitamos el Barrio Barreal del Municipio de Peñuelas, un pueblo, que al igual que el resto del sur de la isla, ha pasado por lo más fuerte de estos terremotos. Agradecemos a los líderes comunitarios que ayudaron para lograr que llegáramos a los residentes y que nos contaron sus historias de cómo han padecido y sobrellevado esta situación. Pedimos que continue la generosidad del pueblo puertorriqueño hacia los necesitados. También pedimos que estos desastres naturales se traten con conciencia científica y sin supersticiones. ¡Somos buenos sin dioses y sin religión! ❤🇵🇷