No comments yet

No seré uno mas: Manifiesto Ateo

No seré uno mas: Manifiesto Ateo

Autor: Joel Ramos Medina

 

Otro día en que despierto enfrentándome a ti.

Sinceramente no sé cómo llamarte.

Solo sé que te alimentas de los más débiles.

Los cazas cuan si fueras ave de rapiña.

Pero solo te comes su cerebro, negándoles ser libres.

 

Una vez pensé que otra cosa eras,

el resultado de muchos, que dominan este mundo.

Que ingenuo fui, pues tal parece que tienes mente propia.

Osas esclavizar cuan si fueras espartano a sus ilotas.

 

Maldito monstruo, déjanos elegir nuestro camino en paz.

¿Quién te dio tal libertad, de suprimir la nuestra?

Caprichosa, ingrata, obsesiva, insaciable bestia.

Tienes la osadía de evolucionar darwinianamente.

Pero haces que tus esclavos rechacen tal pensamiento.

 

Qué bonito verdad, te desarrollas libremente

pero te las arreglas para alejarnos de la razón.

Si, otra víctima, pues la devoras tú sola a conveniencia,

y solo nos dejas migajas de ella, porque temes.

Si, temes que veamos la verdad, tu cuento del Edén así lo refleja.

 

Ya me di cuenta, si existe un dios, eres tú,

Eres inmortal, pero haces todo a tu voluntad.

Y no conforme, nos haces creer que eres resultado nuestro.

Pues para mí no, ya no estoy ciego,

y te repito, no pienso hacer lo que te plazca.

Manda a tus esbirros, zombis engañados si quieres

No los odio, los compadezco, una vez fui uno.

 

Te empeñas en que sigamos tus caprichos, infantiles

Que creamos en dioses de pueblos nómadas de Ur.

En dioses creados para ganar una guerra romana

¿En quién creer, en Mitra, en Horus, en Dionisos, o en Cristo?

Ya no veo diferencia en ninguno, solo reciclaje de religiones.

Así es, te reto, pues robe una gran tajada de razón.

 

No me importa cuán loco me crean, me mantendré en pie.

Cuan hoplita espartano que no se inclinó en las termopilas.

Envía miles como aquellos medas, a tus zombis, para asustarme.

Asustarme con temblores, con el castigo de un “dios amoroso”.

Pero celoso y narcisista que necesita urgentemente alabanzas.

Siempre pensé en esos, como desordenes de la mente humana.

 

Incluso dictas con quien la almohada compartir.

Odias a aquellos que la comparten con iguales.

Induces a tus zombis a perseguir a aquellos,

quienes no piensan, ni sienten, ni aman como tu dictas.

No sé si reír o llorar cuando dicen que dios une a la humanidad.

Me parece que tu dios solo nos divide en bandos de sangre.

 

Pero tú no te conformas con unos pocos, no.

Te camuflas cuan camaleón y engañas a otros.

A otros pueblos los mantienes rondando una piedra.

A otros pobres, los mantienes lamentándose frente a una pared.

 

Conmigo solo te deberás conformar con una rutina diaria.

Porque no pienso adorar a ninguno de tu seres míticos,

Que al final son todos tú mismo disfrazado con máscara jungiana.

La que hoy te he quitado, y te grito sociedad, no seré uno más.

Post a comment

You must be logged in to post a comment.